El Ferrari F50, el sucesor del mítico Ferrari F40, uno de los mejores automóviles creados por la casa de Maranello hacia finales de los 80 gracias a su inconfundible imagen y aquel bramante motor V8 turboalimentado. El F50 fue desarrollado tomando la referencia al F40. Este modelo traía unas prestaciones impresionantes que lo hacían mucho más rápido, más potente y con una producción más limitada que la de aquel icono de 1987 que fuera su antecesor.
El F50 fue creado para celebrar el 50 aniversario de Ferrari, fue lo más cercano a un Fórmula 1 de calle que la compañía había construido hasta la fecha. Vio la luz por primera vez en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1996 y se trató la culminación de todo lo que el fabricante italiano había aprendido a lo largo de sus cinco décadas de existencia.
Hoy día puede resultar demasiado complicado encontrar un ejemplar en perfectas condiciones, aunque rara vez se presentan algunas oportunidades como este F50 que saldrá a subasta. Se trata de un Ferrari F50 que viene con especificaciones para el mercado estadounidense, es la unidad número 48 de los 349 ejemplares producidos, y es uno de los 55 proporcionados a los Estados Unidos. Este también es el único superdeportivo convertible que produjo Ferrari con una transmisión manual y un motor V12.
Pensado para obtener las más altas prestaciones sin compromiso, ni restricciones, este modelo carecía de asistencias a la conducción como dirección asistida, servofreno o ABS, aunque muchos deportivos de su época ya las incorporaban, pero si hacía excesivo uso de sofisticados materiales como la fibra de carbono, así como tecnología de construcción y aerodinámica al más puro estilo Fórmula 1. Este auto marcó la diferencia entre los Ferrari crudos del pasado, y fijó un futuro en el uso de la alta tecnología en la siguiente generación de modelos de la firma italiana.
Su estilo proviene del prototipo Ferrari Mythos que fue diseñado por Pininfarina y presentado en el Auto Salón de Tokio de 1989, utilizaba una plataforma Testarossa modificada, ya que era en gran parte un ejercicio de diseño. Ferrari y Pininfarina recurrieron a los túneles de viento, donde pasaron innumerables horas lo qu seria el diseño final de F50.
La forma básica del Mythos permaneció prácticamente intacta, aunque con un diseño curvilíneo, luces de proyector alojadas bajo cubiertas de faros, tomas de aire profundas en el capó delantero, un pequeño compartimiento de pasajeros y un enorme alerón trasero como el de su predecesor, el F40. Calzado con unas llantas de magnesio Speedline de 18 pulgadas que llevaron el aspecto de Campagnolo desde la década de los 80 a una nueva era.
Su chasis monocasco de fibra de carbono hizo que marcara en la báscula apenas 1230 kg en vacío, mientras que utilizaba horquillas de longitud desigual articuladas por delante y detrás. Bilstein fue el encargado de controlar los movimientos de la carrocería mediante unos amortiguadores electrónico adaptativos, que lo convertía prácticamente un auto Fórmula 1 con limpiaparabrisas y asiento de pasajero. La estructura del auto se endureció aún más, con la incorporación de un techo targa extraíble sobre el compartimiento de pasajeros.
Ferrari tampoco hizo ningún esfuerzo por cambiar su configuración tan austera, en su interior el tablero de instrumentos estaba casi sin adornar, consistía en un panel de fibra de carbono marcado por tres dispensadores del climatizador. La fibra de carbono era visible en todo el habitáculo y junto con las manijas manuales de las ventanas, les recordaban a los ocupantes que el F50 era un ejercicio de reducción de peso.
Como mencionamos al principio, estaba equipado a una caja de cambios manual, de seis velocidades que enviaba la potencia al tren trasero con la ayuda de un diferencial LSD. Una toma de polímero reforzado con fibra de carbono suministraba aire, mientras el sistema de almacenamiento de almacenamiento de combustible constaba de un tanque flexible Sekur de grado aeronáutico para mantener el peso al mínimo posible.
El motor era un V12 de 4,7 litros derivado directamente de los motores de Fórmula 1, utilizados por la Scuderia Ferrari. El V12 de 65 grados se colocó justo por delante del eje trasero, generaba unos 520 hp y un par máximo de 471 Nm estirando los límites de la aspiración natural mientras gritaba acercándose a la línea roja de del cuenta revoluciones en las 8000 rpm.
La refrigeración se hacia a través de un intercooler de agua y aceite intercalado entre el sistema de lubricación de la transmisión y el motor. Los gigantescos frenos firmados por marca italiana Brembo garantizaban que el F50 se detendría de manera rápida y precisa después de alcanzar su velocidad máxima de 325 km/h.
La casa de subastas RM Sotheby’s ofrece un Ferrari F50 de 1995 en un perfecto estado de conservación, del que estamos seguros que no faltará algún interesado en esta preciada joya sobre ruedas, y que este dispuesto a desembolsar por el una cantidad exorbitante de dinero. La subasta se realizara el próximo 22 de mayo en el encuentro de Amelia Island, en los Estados Unidos.
Esta unidad con el chasis No. ZFFTG46A5S0103922 y motor No. 810237, es el número 48 que salió de la fábrica de Maranello, el 15 de diciembre de 1995 para ser entregado a Ferrari North America en Englewood Cliffs, Nueva Jersey. Incluso se sabe que pasó por las manos de un gran amigo de Horacio Pagani, Benny Caiola. registra en su odómetro apenas unos 8283 kilómetros (5147 millas) de recorrido.
Viene acompañado por sus manuales originales, facturas de servicio, juego de herramientas, techo rígido, dos maletas de equipaje y fotos que documentan las labores de mantenimiento realizadas. También tiene un registro de servicio importante realizados en junio de 2018 por Ferrari de San Antonio, en Texas.
Nos encontramos ante un ejemplar que puede convertirse en el F50 más caro jamás vendido, un automóvil de producción limitada que no solo es excelente para conducir, sino que también es un modelo muy importante en la historia de Ferrari. Es estima que su precio llegará a alcanzar entre los $3,400,000 y $3,750,000.
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