Audi ha desarrollado el primer sistema de ensamblaje modular del mundo en la industria del automóvil como una forma de organización nueva y complementaria. Los trabajadores ensamblan los componentes en las denominadas “islas de producción”, independientemente del ciclo.
Además, los vehículos de guiado automático (AGV) suministran a las estaciones de trabajo los materiales necesarios de acuerdo con la estrategia “good-to-person”, en el que la mercancía llega directamente al operario a través de sistemas automatizados.
El sistema está desafiando a la cinta transportadora que ha marcado el ritmo de la producción de automóviles. En la actualidad, se están alcanzando los límites de este sistema. La gran cantidad de versiones y las numerosas posibilidades de personalización hacen que cada vez exista mayor número de configuraciones posibles, lo que requiere sistemas de montaje cada vez más variables. En un proceso en cadena, esa complejidad es cada vez más difícil de dominar
La creciente complejidad de los productos y la demanda están cambiando los métodos de producción, que tienen que adaptarse con una flexibilidad cada vez mayor a las necesidades específicas de los clientes, a los cambios del mercado a corto plazo y a las cuestiones de sostenibilidad.
Cada vez es más difícil adaptar a esta complejidad un sistema de ensamblaje basado en una cinta transportadora convencional. Esa forma de trabajar está basada en un principio de tiempo uniforme para cada producto en cada puesto de trabajo y en una secuencia fija. En cambio, el montaje modular funciona sin necesidad de cinta transportadora y con una mayor flexibilidad.
En lugar de una cinta transportadora rígida, los procedimientos dinámicos se desplazan a una secuencia variable de estaciones y tiempos de procesamiento que dependen de las distintas variantes a producir (cinta transportadora virtual).
El montaje modular es una de nuestras soluciones a las futuras demandas de producción”, afirma Gerd Walker, Director de Producción y Logística de Audi.
“Utilizamos la tecnología digital para simplificar el trabajo a nuestros empleados y mejorar la flexibilidad y la eficiencia en la producción. Al mismo tiempo, este proyecto es un ejemplo de nuestra cultura de innovación abierta, en el que estamos desarrollando la producción en red a través de equipos ágiles”, añade Walker. En el proyecto piloto, los expertos están confirmando tanto la viabilidad como el potencial del ensamblaje modular, mientras adquieren conocimientos adicionales.
Una de las principales ventajas del sistema flexible es que Audi puede emplear a personas que ya no pueden trabajar en la línea debido a limitaciones físicas.
“El montaje modular no es un fin en sí mismo, y no es el único sistema de calidad. Pero sí amplía nuestro abanico de herramientas para responder a los futuros retos de la fabricación de vehículos. La cadena de montaje seguirá existiendo en el futuro, pero se está acercando cada vez más a sus límites, sobre todo en la fase de premontaje. Por eso necesitamos nuevas soluciones que aporten mayor flexibilidad”, señala Josef Weinzierl, responsable del departamento de Planificación de Ensamblaje de Audi.
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