Reino Unido anunció el lunes que todavía no había bases para reanudar las conversaciones con Bruselas sobre la firma de un nuevo acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), esto se da a poco más de dos meses antes de que finalice el comercio libre y sin restricciones, lo que generará posibles aranceles, controles aduaneros y largas demoras en las importaciones y exportaciones.
Bentley, una de las marca de lujo propiedad del Grupo Volkswagen ha gastado millones para prepararse, incluido el almacenamiento, el cambio de puertos y un contrato de transporte aéreo provisional, pero advirtió sobre la imposibilidad de llegar a un acuerdo las ganancias de la empresa se verían mermadas. Se estima que de no existir un acuerdo comercial, lo vehículos fabricados en Reino Unido tendrían que pagar hasta un 10% de importación a la Unión Europea.
Si asumiera los aranceles sobre los componentes, el 45% de los que importamos y el arancel del 10% sobre los automóviles, en el peor de los casos, eliminaría un porcentaje significativo de nuestras ganancias …. Probablemente nos costaría entre un 20% y un 25%” Adrian Hallmark, Presidente Ejecutivo Bentley
“Sería extremadamente perjudicial”, dijo el martes a Reuters el presidente ejecutivo de Bentley Adrian Hallmark. “Si asumiera los aranceles sobre los componentes, el 45% de los que importamos y el arancel del 10% sobre los automóviles, en el peor de los casos, eliminaría un porcentaje significativo de nuestras ganancias”, señaló el ejecutivo “Probablemente nos costaría entre un 20% y un 25%”.
Después de una pérdida operativa de 288 millones de euros (340 millones de dólares) en 2018, la empresa volvió a la números negros en 2019 con una utilidad de 65 millones de euros (76 millones de dólares) tras un plan de recuperación con ventas récord que cerró con 11,006 vehículos vendidos en el mundo.
Las consecuencia de la separación entre Gran Bretaña y la Unión Europea, se sumaría al impacto causado por COVID-19, que llevó a Bentley a detener la producción entre mediados de marzo y principios de mayo.
La producción se ha acercado a su capacidad máxima desde mediados de septiembre, ya que se aplican las medidas de distanciamiento en la fábrica y la empresa ha experimentado un fuerte repunte en los principales mercados como China.
“En agosto, septiembre, octubre, hemos estado funcionando a un 20-25% por encima del nivel de pedidos planeado antes de la crisis… en China”, dijo Hallmark.
Ha habido aumentos más pequeños en Europa y Estados Unidos y niveles estables en Gran Bretaña, el sur de Asia y Oriente Medio.
“No cerraron China”, dijo. “El coronavirus no suprimió la actividad económica ni de lejos tanto como pusimos los frenos y los fundamentos han sido sólidos”.
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