La lenta velocidad para que avance la movilidad eléctrica en América Latina se debe a sus altos precios al público, señala el informe reciente "Energías renovadas, transición energética justa para el desarrollo sostenible", elaborado por el Banco de Desarrollo para América y el Caribe (CAF).
Este mayor precio de los vehículos eléctricos se debe principalmente al costo de sus baterías. A esto se suma que en América Latina y el Caribe no existe un gran mercado de vehículos eléctricos usados, lo que podría abaratar su adquisición
La electrificación del automóvil particular difícilmente será una solución integral al problema de la movilidad de personas en las ciudades, señala el estudio.
La electrificación de los automóviles resulta muy costosa para los ingresos de la mayoría de los hogares de la región. Para un latinoamericano y caribeño promedio, pagar un auto que funciona con combustibles fósiles requiere entre 6 y 14 años de ingreso, mientras que para el vehículo eléctrico más barato hacen falta casi 17 años.
Un aspecto fundamental para la adopción de vehículos eléctricos es la infraestructura de recarga. Sin embargo, América Latina y el Caribe cuenta con la ventaja de que la autonomía de los vehículos eléctricos es, en general, suficiente para el uso diario urbano, dado que las distancias por recorrer en sus ciudades no son excesivas.
A pesar del avance de los vehículos eléctricos, se espera que la demanda de combustibles fósiles para el transporte continúe aumentando hasta 2050 en buena parte de los países en desarrollo, impulsada en cierta medida por el crecimiento poblacional.
Debido a ese incremento de la demanda, la reducción de emisiones requerirá usar vehículos híbridos, puesto que suponen una mejora de eficiencia respecto a los de combustión interna, e implementar y desarrollar tecnologías que logren este mismo objetivo, entre las que se destacan el uso de biocombustibles, como el bioetanol, el biodiésel y el biogás
Es necesario avanzar hacia la transición de movilidad eléctrica porque el sector del transporte en América Latina y el Caribe genera el 12 % de las emisiones directas de Gases Efecto Invernadero y el 25 % de las emisiones energéticas de la región, de acuerdo con la entidad regional.
De estas emisiones, la enorme mayoría son producidas por vehículos terrestres. Estos liberan el 85 % del total de emisiones del transporte de América Latina y el 88 % de las del Caribe. Aproximadamente la mitad de dichas emisiones corresponden a automóviles y el resto, a vehículos de carga y autobuses.
El estudio recomienda disminuir el uso del automóvil individual e incrementar las modalidades activas (caminata y bicicleta) y el transporte público si se quieren reducir las emisiones del transporte urbano.
Comentarios