Carlos Ghosn, expresidente de Nissan-Renault y Mitsubishi Motors, ha tachado de “pésimos” los resultados de sus antiguos empleadores.
En una entrevista en el diario francés ‘Le Parisien’ recogida por Europa Press, Ghosn ha lamentado la situación que viven las dos compañías y el “problema de confianza” que a su juicio sufre la alianza en el mercado.
Ghosn comparó la caída del precio de las acciones de noviembre de 2018 a junio de 2020 de los competidores General Motors y Toyota del 12% y 15% respectivamente, con Nissan que cayó un 55% y Renault 70%.
Los últimos cinco años de mi mandato fueron los mejores de la historia de Renault, tanto en términos de crecimiento como de rentabilidad. Hicimos de Renault, como parte de la alianza Renault-Nissan, el líder mundial de la industria en 2017 y 2018. Además, los doce años en los que estuve al frente tuvieron lugar en una atmósfera de paz social sin precedentes” Carlos Ghosn, expresidente de Nissan-Renault
Carlos Ghosn fue detenido en noviembre de 2018 en Japón, por supuestamente ocultar parte de sus ingresos y trasladar a la empresa automovilística las pérdidas de sus inversiones personales. Estaba en libertad bajo fianza desde abril de 2019 y su juicio estaba previsto para abril de este año.
En diciembre huyó de Japón al Líbano, su hogar de la infancia, escondido en la caja de un instrumento musical, durante la fiesta navideña celebrada en su casa de Tokio.
En contra de la cooperación de Francia
Los fiscales franceses también intensificaron su investigación sobre la presunta malversación de fondos por parte de Ghosn a Renault y lo convocaron en Francia el 13 de julio, pero no asistió.
Preguntado sobre si considera volver a Francia, país que tampoco tiene acuerdo de extradición con Japón, Ghosn ha asegurado que para llegar tendría que cruzar otros países, por lo que podría ser arrestado. “Hay un obstáculo técnico. Mi pasaporte está en manos del fiscal general en el Líbano, porque Japón me ha emitido una orden de arresto internacional”, dijo Ghosn.
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