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Foto del escritorBenjamín Chellew

El ex jefe de Audi admite culpa en el escándalo de emisiones de Volkswagen

Actualizado: 12 feb




Aunque mucho quizás lo han olvidado, el escándalo de las emisiones de Volkswagen aún no termina y ahora el ex jefe de Audi, Rupert Stadler, aceptó su participación en el fraude por negligencia en el escándalo de emisiones de diésel, según una declaración hecha en un tribunal alemán. Stadler había acordado a principios de mayo un trato que le otorgaría una sentencia suspendida.


El ex CEO ha estado en juicio por fraude desde 2020 debido a su rol en el escándalo, luego de que el Grupo Volkswagen y su filial Audi admitieran en 2015 haber utilizado software ilegal para manipular las pruebas de emisiones. En un principio, Stadler había rechazado las acusaciones en su contra.


El escándalo de emisiones de Volkswagen, conocido popularmente como el Dieselgate, se remonta a septiembre de 2015, cuando salieron a la luz revelaciones impactantes. Se descubrió que millones de vehículos de sus marcas, entre las que están Volkswagen, Audi, SEAT y Porsche, estaban equipados con un software diseñado para manipular los resultados de las pruebas de emisiones contaminantes. Este software activaba ciertos sistemas de control de emisiones durante las pruebas, pero en condiciones de conducción normales, los vehículos emitían niveles de contaminantes mucho más altos.


Las consecuencias del escándalo fueron significativas y se extendieron por todo el mundo. Además del impacto en la reputación de Volkswagen y sus marcas, con diferentes sanciones y multas alrededor del mundo. Gobiernos, organizaciones ambientales y consumidores afectados exigieron respuestas y acciones por parte de las compañías involucradas.


Tras la revelación inicial, se llevaron a cabo investigaciones exhaustivas en varios países, y se descubrió que millones de vehículos estaban involucrados en el fraude de las emisiones. Volkswagen se vio obligado a retirar del mercado y reparar los vehículos afectados, lo que tuvo un alto costo económico para las compañías. Además, se impusieron multas y sanciones considerables en diferentes jurisdicciones.


El caso de Rupert Stadler, quien fue el CEO de Audi durante el escándalo, se ha convertido en uno de los procesos legales más destacados. A lo largo del juicio, se han presentado pruebas que implican su conocimiento y participación en las prácticas fraudulentas. Su admisión de culpa por negligencia marca un hito en el desarrollo del caso y podría influir en la sentencia que se le impondrá.


El veredicto final se espera para el mes de junio, y se prevé que Stadler enfrentará una sentencia de prisión de 1.5 a 2 años, que podrá conmutar por una multa de 1,1 millones de euros. Sin embargo, este caso es solo uno de los numerosos desafíos legales y financieros que Volkswagen y Audi han enfrentado como consecuencia del escándalo de emisiones, y las repercusiones del mismo aún se sienten en la industria automotriz en general.

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