El fabricante chino BYD parece estar dispuesto a ganar la carrera de los vehículos eléctricos (EV) con la presentación del nuevo Han L, un sedán de altas prestaciones que introduce su avanzada batería Blade 2.0 LFP. La gran novedad es su capacidad de sumar hasta 400 kilómetros de autonomía en apenas cinco minutos de carga, una cifra que redefine los estándares de la movilidad eléctrica llevándolos casi al nivel de un vehículo de combustión.

Esta innovación, que promete reducir drásticamente los tiempos de recarga, posiciona a BYD como uno de los líderes en el desarrollo de tecnologías de baterías y sistemas eléctricos de alto voltaje, reforzando su presencia en mercados como China y abriendo la puerta a una nueva generación de vehículos eléctricos.
De acuerdo con la información oficial, el BYD Han L equipa una batería Blade 2.0 de fosfato de hierro y litio (LFP) con una capacidad de 83.2 kWh y una arquitectura eléctrica de 945 voltios. Esta combinación permite que el sedán sume hasta 400 km (248 millas) de autonomía en solo cinco minutos de carga bajo el ciclo de homologación CLTC, que si bien es muy optimista, en el ciclo WLTP más utilizado en occidente, esos 5 minutos te darían más o menos 257 km, que igual siguen siendo impresionante.

Aun así, los tiempos de carga siguen siendo sobresalientes: pasar del 16% al 80% de la batería toma apenas 10 minutos, mientras que alcanzar el 100% requiere unos 24 minutos. Además, con la batería llena, el Han L ofrece una autonomía total de aproximadamente 450 km, lo que lo convierte en una opción muy competitiva en su segmento.
La batería ha sido diseñada con un cátodo y un ánodo optimizados para la carga rápida, aprovechando la vasta experiencia de BYD en este tipo de químicas. “La plataforma opera a 945V (redondeados a 1,000V en su marketing), lo que reduce la generación de calor y mejora la eficiencia durante la carga”, explica la marca, resaltando que se trata de un salto técnico frente a otros fabricantes.

En comparación, el sistema eléctrico del Han L supera ampliamente a marcas como Lucid, que trabaja con 900V, y a Hyundai, Kia y Porsche que usan 800V en sus modelos más avanzados. Incluso Tesla, con excepción del Cybertruck, permanece en el rango de 400V en la mayoría de sus vehículos.
Carga de 1 megavatio y sistema “dual gun”
Uno de los elementos más impresionantes de esta nueva propuesta de BYD es su capacidad de carga de hasta 1 megavatio (1,000 kW), una cifra que supera con creces los 350 kW de los cargadores más potentes disponibles actualmente en Estados Unidos. Para gestionar este nivel de potencia y el calor generado durante el proceso, el Han L incorpora un sistema “dual gun”, que permite utilizar dos puertos de carga de 500 kW cada uno de forma simultánea.
Esta solución técnica no solo facilita alcanzar el megavatio total de carga con mayor eficiencia, sino que también permite el uso de cables menos voluminosos que los sistemas de carga rápida actuales, que suelen requerir refrigeración líquida. No obstante, esta tecnología también representa un gran reto para la infraestructura de carga, que deberá adaptarse para soportar esta demanda energética.
Para ponerlo en contexto, los cargadores más rápidos en Estados Unidos apenas llegan a 350 kW y la mayoría de los cargadores rápidos en Panamá rondan los 50 kW.
BYD planea respaldar esta innovación tecnológica con la instalación de 4,000 estaciones de carga en China, cada una equipada para soportar la demanda de un megavatio por vehículo. Sin embargo, su llegada a mercados como Estados Unidos enfrenta obstáculos, como los aranceles del 100% a los autos eléctricos fabricados en China, lo que duplicaría el precio base estimado en $37,000 dólares.
Aun así, el avance de BYD marca un antes y un después en la industria, con tecnologías que prometen acercar a los vehículos eléctricos a la experiencia de repostaje de los autos de combustión. La carga ultra rápida podría ser un factor decisivo para acelerar la adopción de los EV en todo el mundo.
Comments