En los últimos dos años, China ha estado experimentando para identificar la combinación correcta de palancas económicas, tecnológicas y políticas para impulsar la amplia adopción de vehículos de cero emisiones en segmentos comerciales, y el punto de inflexión, que ve el comienzo de esta amplia adopción, ahora puede haber llegado.
Los desarrollos en China en casi cualquier sector de la industria tienen un impacto real en las tendencias globales, y el segmento de vehículos comerciales ligeros no se podía quedar por fuera. Como el mercado de vehículos comerciales más grande del mundo, la venta de este tipo de vehículos en China ha aumentado de menos del 1 % hasta el 10 % en los últimos dos años y no muestra signos de desaceleración.
Según informa Bloomberg, este crecimiento se debe a una combinación de apoyo político, una amplia gama de modelos disponibles y un aumento de la inversión en infraestructuras de carga, un hecho que ha provocado que el mercado despegue a un ritmo vertiginoso. Bloomberg también señala, que además de los vehículos eléctricos comerciales, los de pasajeros también muestran signos masivos de crecimiento alcanzando actualmente el 22 % del mercado y creciendo constantemente.
Aunque una parte importante de la industria cree que la solución a largo plazo para reducir las emisiones en el sector de vehículos comerciales son las celdas de combustible de hidrógeno, los datos de China parecen mostrar que los vehículos eléctricos tienen una participación mayoritaria que los vehículos de combustible alternativo por un amplio margen, según el análisis de BloombergNEF.
Incluso el transporte de carga de larga distancia, considerado por mucho tiempo uno de los objetivos más difíciles para los vehículos eléctricos por su autonomía y tiempos de recarga. En la actualidad estos vehículos eléctricos están tomando una mayor participación en China, en gran medida por un compromiso generalizado hacia el establecimiento de instalaciones de intercambio de baterías.
Los datos muestran que en el último año el número de estaciones de intercambio de baterías en el país ha aumentado en un 318 %. Para ayudar a concretar la meta de descarbonización, el gigante asiático tiene planificado para los próximos años el despliegue de una flota de 34,000 camionetas y camiones eléctricos con baterías intercambiables. Si bien esto se podría significar en gran medida que el mercado chino está aceptando la nueva movilidad energética, también acarrea implicaciones a escala global.
Y es que todo parece indicar que la demanda de vehículos comerciales mantendrá la demanda de combustibles fósiles con un crecimiento constante a mediano plazo, lo que sin dudas representa un retroceso en los objetivos globales. El Road Fuel Outlook 2022 de BNEF predice que la demanda mundial de petróleo en el transporte por carretera alcanzará su punto máximo en 2027, pero si la situación en China continúa y se replica en otros mercados, esto puede suceder mucho antes.
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