Stellantis anunció que finalmente llegará a su fin la producción del Dodge Challenger, un auto que Dodge fabrica desde su lanzamiento en 2008 y que a lo largo de los años no ha sufrido cambios relevantes. El motivo es que tanto el Challenger como el Charger serán reemplazado por una nueva generación más eficiente, y posiblemente eléctrica según los rumores.
La producción concluirá en la planta de Brampton, Ontario, en diciembre de 2023. Si bien extrañaremos la potentes versiones que se fabricaron sobre este modelo y sus endemoniados motores V8, Dodge tiene previsto que su último año sea glorioso, con versiones especiales e incluso van a ofrecer versiones convertibles del Challenger.
A partir del 16 de agosto, los interesados podrán ir a un concesionario Dodge para pedir un Challenger convertible, algo que el fabricante de automóviles nunca hizo de fábrica y la verdad es que no lo está haciendo.
Dodge enviará los autos a Drop Top Customs, una compañía que ha estado haciendo conversiones de convertibles durante 46 años, y aquí serán modificados, claro, con el aval y la garantía de respaldo de Dodge.
La conversión agrega refuerzos al chasis y un techo hidráulico eléctrico. La capota blanda está aislada y cuenta con un vidrio trasero de cristal. Está disponible para los modelos 2022 y los 2023 y aplica desde las versiones R/T en adelante, incluso los Hellcat.
Una vez que se realiza la conversión, se envía de vuelta al concesionario Dodge para la entrega. El precio es de $25,999 más el precio del auto, así que no es una opción realmente económica, pero seguro es una curiosidad que atraerá algunos cuantos.
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