La carrera hacia la electrificación ha causado que muchos fabricantes de automóviles a nivel mundial se apresuren a crear vehículos eléctricos, dejando otras opciones verdes y sustentables como el hidrógeno archivado en un cajón. Sin embargo, no todas las carreras son de velocidad, y al igual que con la historia de la tortuga y la liebre, el hidrógeno podría estar poniéndose al día lentamente.
En los últimos 24 meses, Ford Motor Company ha hecho grandes compromisos con el futuro de su negocio de vehículos eléctricos de batería. La compañía anunció aumentos en producción debido a la alta demanda y gran acogida que han tenido sus dos modelos electricos, el Mustang Mach-E y el pickup F-150 Lightning. Además, la compañía estadounidense dio a conocer los planes para dos fábricas de baterías en Kentucky y Tennessee, junto con un mega campus en Tennessee.
La compañía tambien planea una reestructuración interna que separe los programas de combustión interna y vehículos eléctricos en diferentes plantas. En medio de todas las noticias de alto vehiculos electricos, los ingenieros de Ford han estado explorando silenciosamente formas de mantener la combustión interna dentro del negocio, para ello han recurrido a un método que ya marcas japonesas como Toyota están impulsando, la combustión interna de hidrógeno.
Según informa Muscle Cars & Trucks, ha descubierto dentro de la base de datos de la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos que Ford ha registrado un nuevo método de combustión que permite que un motor turbo de inyección directa alimentado con hidrógeno funcione en una amplia gama de valores lambda de aire / combustible dependiendo de las demandas de torque con lo que se podría mitigar los problemas previos a la detonación que pueden ocurrir cuando se usa el hidrógeno.
En pocas palabras, lo que busca Ford con este método es tratar de controlar cuando explota el hidrogeno. Y si bien, el motor en este tipo de combustión no está recibiendo la mezcla correcta de aire para alimentarlo, el combustible puede detonar temprano, lo que causar golpes en el motor, pérdida de potencia y posibles daños. La patente registrada indica cómo Ford planea hacer que el aire y el combustible se mezclen en el momento adecuado para una eficiencia óptima.
El diseño de Ford controla el aire y el combustible por separado, utilizando inyección directa para el combustible y una válvula de recirculación de gases de escape (EGR) totalmente variable para controlar el aire. La sincronización variable de la válvula también ayuda a controlar el tiempo adecuado para que el aire y el combustible entren en la cámara de combustión. El sistema puede aumentar el flujo de la EGR cuando se requiere más par para reducir la temperatura de combustión, reduciendo así las explosiones tempranas. Cuando se requiere menos par, el flujo de la EGR disminuye, reduciendo la cantidad de combustible.
Si bien en la patente solo se muestra lo que ocurre en un cilindro, no está de más esperar que sea escalable la tecnología para contar con múltiples cilindros. Incluso podríamos pensare que Ford tiene deseos de desarrollar algún futuro motor V8 incluyendo esta tecnología, lo que prolongaría la vida útil de los autos deportivos como el Mustang en los próximos años.
La electrificación talvez sea el final para muchos entusiastas de los autos deportivos, pero si los fabricantes pueden liderar el camino con tecnologías como la de combustión de hidrógeno, los entusiastas aún podrían disfrutar del sonido y la potencia de un motor de combustión interna tradicional sin depender de energía no renovable.
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