Mejoras en la señalización, los semáforos, los puentes y pasos a nivel en 15 sitios críticos para los peatones en la Región Metropolitana propone la Fundación de Educación Vial en el área Metropolitana.
En dichos puntos se necesita una intervención de parte de las autoridades para facilitar y garantizar los desplazamientos de los peatones, de manera que los espacios públicos al aire libre sean más amables y seguros.
En muchas ocasiones los peatones dejan sus vehículos, es bajan del Metro o bus, y forman parte del eslabón más débil de la cadena de siniestralidad. Este año los atropellos suman un centenar de casos, la mayoría de ellos personas de tercera edad y menores de edad.
Para Osiris Gratacós de Alvarado, se necesitan reductores de velocidad, mejoras en iluminación, aceras adecuadas, rampas, semáforos sonoros y losas podtáctiles.
Los puentes peatonales elevados son dificultosos de recorrer, hostiles y, a veces, inseguros. Estimulan la velocidad de los vehículos.
En Vía Israel, Av. Balboa, Calle 50, Cinta Costera, Transísmica, Ricardo J. Alfaro, José A. Arango, Pacora y Costa Verde (Arraiján) urge tomar medidas y mejorar la señalización e infraestructura, de acuerdo a la fundación.
Concretamente, en algunos casos se trata de cruces peligrosos de personas que se dirigen a los centros comerciales como la parada frente a Multiplaza, Plaza Carolina y El Dorado.
Otros puntos sensitivos mencionados por la entidad se encuentran la parada frente a la Usma y la Universidad Latina, cruce frente al parque de Calle 50, alrededores del Mercado del Marisco y en la vía Transísmica (frente a Riba Smith, al Edificio Bolívar de la Caja del Seguro Social y frente al Xtra (ex Sony).
Las personas que se movilizan a pie lideran la llamada “jerarquía de movilidad”, luego deberían ir los ciclistas, los buses, el transporte de carga y, por último, los vehículos particulares y las motos. La infraestructura y el diseño de las calles en las ciudades debiera atender esa jerarquía.
Para la Fundación de Educación Vial, los puentes peatonales deben ser pasos a nivel y no deben ser elevados. Un cruce seguro no debiera representar un esfuerzo físico, el recorrido es de solo 11 metros y la ciudad se convierte en un espacio a escala humana. En cambio, los pasos elevados representan en promedio un recorrido de 100 metros, es un mayor esfuerzo físico (difícil para personas con movilidad reducida) e incentiva el exceso de velocidad de los vehículos.
Dentro de la cultura vial del peatón, éste último también debe jugar un rol al transitar a pie y cumplir obligaciones. Por ejemplo, las personas de la tercera edad, discapacitados y niños es preferible que estén acompañados por un adulto o deban ser asistidos al cruzar una vía.
Se considera que los niños pequeños deben cruzar la calle tomados de la mano de su acompañante, ya que puedan correr de manera imprevista hacia la vía.
Entrar a la vía pública implica evitar las curvas o zonas de poca visibilidad. Los peatones deben evitar salir a la calle en estado de embriaguez, los reflejos disminuyen y la persona puede ser atropellada.
Al bajar del transporte público, si la persona debe para cruzar la calle, es importante rodear la unidad por la parte de atrás, ya que por el frente puede ser atropellado.
Transitar por las aceras y detenerse antes de cruzar la calle, la persona debe observar derecha-izquierda-derecha.
Los pasos a nivel, bien señalizados y con semáforo es lo recomendado.
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