Durante casi 60 años, el Porsche 911 ha sido llevado a extremos tanto en la pista como en la carretera abierta. Ahora, un par de prototipos del 911 alcanzan una altitud 6,007 m en las laderas del volcán activo más alto del planeta Tierra, ‘los Ojos del Salado en Chile‘. Porsche junto a un equipo, liderado por el corredor de resistencia Romain Dumas, han unido fuerzas con sus socios Schaeffler Group, TAG Heuer, BOSS y Mobil 1, para enviar dos 911 modificados a la cordillera de los Altos Andes.
Los 2 prototipos deportivos 911 altamente modificados tomaron gradientes cubiertos de rocas, así como campos de hielo que pusieron a prueba las habilidades tanto del auto como del equipo en temperaturas que rondan los 30 °C bajo cero. Las paredes infranqueables de nieve estacional y hielo en lo alto de la cumbre proporcionaron los límites más extremos de la prueba, lo que ha proporcionado a Porsche una visión tentadora de lo que sus autos son capaces de hacer en las condiciones adecuadas.
“Ha sido mágico construir un 911 como nunca antes se había visto, hecho posible gracias a un pequeño equipo de entusiastas de la ingeniería. El 911 ya ha sido probado en la pista y, por supuesto, en la carretera. Con este proyecto, estamos cambiando el enfoque hacia donde no hay carreteras. Probar nuestras teorías significa encontrar los entornos más duros posibles para ver si funcionan, y en el volcán más alto del mundo, lo logramos. Michael Rösler, Ingeniero jefe y Director de la línea de vehículos completos 911 Model.
La historia de los dos autos, basados en el 911 se había mantenido en secreto hasta ahora. Estos 2 vehículos fueron creados específicamente para probar nuevas ideas y diseñados para las condiciones más duras de la Tierra. Hace más de 30 años, los ingenieros de Porsche instalaron por primera vez un sistema de tracción total en un 911 y lo probaron en el rally París-Dakar, que ganó en 1985. Sin embargo, esta victoria en el Dakar casi palidece comparado con lo que lograron recientemente en uno de los senderos más difíciles de Sudamérica.
Los dos autos, basados en el 911 estaban equipados con nuevos ejes pórtico para aumentar la distancia al suelo a 350 milímetros, mientras que los clips delanteros y traseros fueron revisados para darle al par de Porsche mejores ángulos de todoterreno. El juego de neumáticos AT de 310 mm de ancho brindó a los autos el agarre necesario, mientras que en el interior estaba equipado con una jaula antivuelco, asientos de fibra de carbono y arneses de seguridad ayudaron a proteger a Dumas y su equipo en su camino de ascenso.
Los ingenieros aprovecharon el tren motriz con el motor turbo de 6 cilindros flat de 3.0 litros de 443 hp del 4S y lo combinaron con una transmisión manual estándar de siete velocidades modificada con nuevas relaciones más bajas que permiten entradas precisas y suaves del acelerador a baja velocidad y funcionan bien con neumáticos de todoterreno grandes.
“Hace más de 30 años, un equipo de ingenieros de Porsche instaló tracción a las cuatro ruedas en un 911 para explorar ‘¿qué pasaría si?’, y estoy orgulloso de que esta curiosidad natural y el impulso entre los ingenieros para explorar los límites, probar nuevas ideas y, sobre todo, inspirar, esté vivo y bien. Proyectos como este son vitales para quienes somos en Porsche. Cuando comenzaron su viaje, el equipo literalmente apuntó por las nubes. La primera de lo que espero sean muchas aventuras”. Dr. Frank-Steffen Walliser, vicepresidente de arquitectura y características completas del vehículo en Porsche AG.
El sistema de refrigeración también necesitaba moverse hacia arriba para permitir que el automóvil abordara secciones de todoterreno más extremas sin temor a daños. Además, ambos autos fueron equipados con una protección ligera, pero extremadamente resistente debajo de la carrocería para permitir el deslizamiento sobre las rocas, hecha de fibra de aramida una clase de fibras sintéticas termoestables que se utilizan en aplicaciones aeroespaciales y militares, chalecos antibalas y neumáticos de bicicleta.
También agregaron un dispositivo que la compañía alemana llama el “Porsche Warp-Connecter“. Originalmente diseñado para aplicaciones en pista, crea un enlace mecánico entre las cuatro ruedas y crea una carga constante de las ruedas, incluso cuando el chasis está bajo una articulación extrema, lo que contribuye a la máxima tracción.
Se utilizaron bloqueos de diferencial manual y conmutable junto con un avanzado sistema de dirección por cable. Finalmente, se agregó un cabrestante en la parte delantera del automóvil junto con una carrocería revisada para permitir el espacio libre para las ruedas y neumáticos todoterreno.
Por supuesto, los autos no estarían completos sin las decoraciones distintivas de carreras de Porsche. Como toque final, la carrocería lleva el mismo esquema que se encuentra en el actual 963 LMDh, mientras que el otro luce una librea temática 911 diseñada por el equipo de Porsche en Weissach.
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