Es posible que no hayan oído hablar de Praga, pero esta histórica empresa checa, fundada en 1907, ha producido de todo, desde automóviles hasta vehículos militares, aviones y camiones para el Dakar. Su última innovación es el Praga Bohema, un hipercoche diseñado para brindar el máximo rendimiento tanto en circuito como en carretera. Con su reconocida experiencia en coches, motocicletas y aeronaves, Praga ha reforzado su reputación con más de un siglo de innovación.
El Praga Bohema ha sido concebido con un enfoque en la ligereza y la aerodinámica avanzada. Este hypercar incorpora un motor V6 biturbo de 3.8 litros, basado en el utilizado por el Nissan GT-R, que ha sido ajustado por Litchfield Engineering para alcanzar una potencia de 700 caballos de fuerza y un torque de 725 Nm. Este motor se combina con una transmisión secuencial de seis velocidades para cambios rápidos y precisos.
La estructura del Bohema está construida completamente en fibra de carbono, lo que permite un peso total de tan solo 982 kilogramos, una cifra sorprendente en el segmento de los hypercars. Este enfoque en la reducción de peso, junto con un sistema aerodinámico optimizado que genera hasta 900 kilogramos de carga a 250 km/h, posiciona al Bohema como una de las opciones más emocionantes para los amantes de la velocidad.
El Bohema no solo destaca por su rendimiento en pista, sino también por su diseño que equilibra lujo y deportividad. Su cabina está inspirada en los monoplazas de carreras, con dos asientos ajustables, controles minimalistas y acabados en fibra de carbono, cuero y Alcántara.
El diseño exterior, con líneas agresivas y elementos aerodinámicos activos, refuerza su propósito: ser un vehículo que domine tanto los circuitos como las miradas en carretera abierta.
Praga fabricará solo 89 unidades del Bohema, un número que conmemora los 89 años desde la primera victoria del equipo de automovilismo de Praga en Le Mans. Cada unidad tendrá un precio base de aproximadamente $1.31 millones, consolidándolo como un artículo de colección para los más exigentes.
Desde sus inicios en el diseño de vehículos militares y camiones hasta su incursión en la fabricación de aviones y karts, Praga ha demostrado ser un pilar de la ingeniería checa. La compañía también es conocida por su colaboración con pilotos de alto nivel, como Romain Grosjean, quien ha sido embajador de la marca y probador del Bohema en diversas pistas alrededor del mundo.
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