Durante el fin de semana, uno de los autos estrella de la primera película de la saga Rápido y Furioso, encontró un nuevo hogar. El icónico Toyota Supra 1994 conducido por Paul Walker en la película cruzó el salón de subasta en Barrett-Jackson para alcanzar un precio de venta de $550,000 dólares. No es una cifra pequeña para un automóvil vinculado a lo que sin duda se convirtió en una película de culto años después de su debut en taquilla.
Como se esperaba, los vínculos con el personaje de Paul Walker, Brian O’Conner, ciertamente ayudaron a subir el precio de este auto. Aunque este no es en realidad el vehículo principal de la película, Walker condujo este auto para acrobacias en numerosas escenas exteriores e interiores de la película.
Este Toyota Supra fue uno de los pocos utilizados que contaba con todas sus piezas originales de la película, como el difusor delantero y los sideskirts Bomex, la tapa del motor TRD, rines Dazz Motorsport Racing y el gran spoiler trasero APR que se puso de moda después de la película (y con esto, una gran cantidad de imitaciones).
Si bien Bryan le dice a Toretto que le debe un auto de 10 segundos, este no sería el que iba a lograr ese tiempo. Aunque cuenta con el legendario motor 2JZ-GTE de seis cilindros turbocargado de 3.0 litros, está básicamente de fábrica y lleva la transmisión automática opcional de cuatro velocidades que estaba disponible en el Supra de cuarta generación.
Aún así, cualquier amante de los automóviles y de la saga de Rápido y Furioso estaría más que feliz de tener un automóvil que es absolutamente una parte de la historia del cine y que ayudó a convertir el deportivo de Toyota en un ícono décadas después.
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