El riesgo de sufrir una colisión se incrementa durante la noche. La visibilidad baja, es más común el cansancio en los conductores y es más alta la probabilidad de encontrarse con personas que manejan con efectos del alcohol o las drogas. Y si se añade la lluvia, todavía es más peligroso.
El principal truco que tiene mucho de sentido común es mantenerse alerta y con los sentidos despiertos. Escuchar otro vehículo o verlo a tiempo reduce el riesgo de un siniestro, según los entendidos. La obscuridad estimula el sentimiento de aislamiento dentro de los automóviles y muchas personas tienden a olvidarse del camino y escuchan música a un volumen alto.
Manejar durante la noche tiene un efecto sedante asi que te sientes cansado podrías entrar en un estado de somnolencia. Manejas medio dormido y medio despierto. O podrías quedarte completamente dormido. Ambos son muy peligrosos. El cansancio no permite reaccionar de manera rápida, no tomas conciencia de lo que pasa en el camino y, podrías, caer en microsueños, o te duermes en cortos pequeños periodos de tiempo. Se recomienda no conducir más de dos hora de manera continua. Es mejor detenerse y hacer un pequeño descanso o tomar un café.
Las luces del vehículo deben estar en buen estado y funcionar al 100%. Son esenciales para conducir cuando la luz del sol ha disminuido o se hace de noche cuando vas sobre la carretera y son de suma importancia tanto para tu seguridad como para la de los demás autos.
El uso de las luces es un hábito importante al atardecer pero también al amanecer. Esto debido a que desde que atardece la visibilidad y cantidad de luz empiezan a reducirse, mientras que en las primeras horas de la mañana, aún no hay suficiente sol. El encender las luces de tu auto permitirá que los peatones y otros vehículos puedan distinguir tu automóvil y te ayudará a observar mejor el camino, las señales de tránsito y a los demás transeúntes.
Algunas personas piensan que es un mito que se deba apagar las luces del interior porque se reduce la visiblidad exterior pero es una gran verdad. Las luces externas te dan mayor visibilidad de tus alrededores, las del interior del auto te la quitan. Al manejar de noche baja la luz del habitáculo al mínimo o mantenla apagada del todo. De esta forma, ver el camino será más fácil. Cada cierto tiempo abre las ventanas para que el oxígeno se renueve completamente.
Pensando en los demás, baja las luces de tu automóvil en carretera porque ayudas a que los conductores de los otros vehículos no se encadilen. Conseguirás que los demás hagan lo mismo por tí.
Quizas el truco más práctico y efectivo para reducir el riesgo de colisiones tiene que ver con el respeto a las señales de tránsito. Muchos conductores lo evitan porque se reduce la cantidad de automóviles que están en circulación, sin embargo cometer ese descuido no solo genera el riesgo de sufrir un siniestro sino que podría ser mucho más grave, incluso que de día por la reducción de la visiblidad.
Fuentes: siempreautos.com y Fiat.com.
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